La ansiedad infantil se caracteriza por una reacción que padece el niño ante una percepción de amenaza o peligro. La ansiedad está muy relacionada con la expresión de la emoción del miedo. La respuesta puede ser motora (salir corriendo, cerrar los ojos) subjetiva (pensamientos de peligro como quedarse sólo), fisiológica (sensación de falta de aire, palpitaciones, dolor de barriga, dolor de cabeza).
Hay diferentes tipos y grados de ansiedad en los niños. Los más comunes son:
Ansiedad por separación
Aparece delante de una situación de estrés causada por problemas familiares como separaciones, conflictos, rechazo escolar, etc. donde el niño rechaza ir a la escuela o acudir a otros sitios, cerrándose en el núcleo familiar y creando una fuerte dependencia emocional.
Miedos y Fobias
Los niños acostumbran a tener miedos habituales en las diferentes franjas de edad (miedo a la oscuridad, a las figuras inanimadas, a las inyecciones, a las arañas). Cuando estos miedos incrementan en frecuencia e intensidad se puede desarrollar una fobia.
Ansiedad Generalizada
Aparece cuando el niño anticipa, de forma continua y durante un período de tiempo, acontecimientos que le causan preocupación incontrolada, como actividades escolares o situaciones nuevas, causando aislamiento, irritabilidad, falta de concentración, inquietud, etc.
Trastornos de pánico
Aparece de forma repentina y produce un malestar intenso que puede durar de segundos a minutos, causando diferentes síntomas como hormigueo, falta de control de uno mismo, miedo a morir, sensación de mareo, escalofríos, palpitaciones, etc.
Trastorno obsesivo compulsivo
El niño tiene obsesiones sobre una cosa determinada que le causa ansiedad (ser excesivamente meticuloso). También pueden aparecer compulsiones, como la necesidad de lavarse frecuentemente las manos, no pasar por la misma acera, necesidad de ordenar, etc.